César Gaviria y Alejandro Ordóñez, los derrotados. Quedó claro el peso de la coalición de Gobierno.
El presidente Juan Manuel Santos le ganó este
martes el pulso al expresidente liberal César Gaviria, su amigo personal
y político de muchos años, al lograr la elección en el Congreso de Edgardo Maya Villazón como Contralor General de la República por una mayoría absoluta de 175 votos.
La votación de este martes sirvió, además, como indicador para medir el poder de las distintas fuerzas en el nuevo Congreso y, sobre todo, el de sus protagonistas.
No solo quedó claro el poder con el que el Presidente y su coalición cuentan (una mayoría calificada en ambas cámaras: 175 de 266 bancas), sino también el de su principal contradictor, el uribismo, el único que votó por el candidato que apoyaba el expresidente Gaviria, Gilberto Rendón: 38 votos.
El poder de la coalición de Gobierno en Cámara y Senado podría ser muy superior al de la votación obtenida por Maya, inclusive, pues apenas asistieron a la sesión del Congreso 227 de sus 266 integrantes. El Polo, principal fuerza de izquierda (con 8 miembros) votó en blanco. La Alianza Verde se dividió.
La votación de este martes sirvió, además, como indicador para medir el poder de las distintas fuerzas en el nuevo Congreso y, sobre todo, el de sus protagonistas.
No solo quedó claro el poder con el que el Presidente y su coalición cuentan (una mayoría calificada en ambas cámaras: 175 de 266 bancas), sino también el de su principal contradictor, el uribismo, el único que votó por el candidato que apoyaba el expresidente Gaviria, Gilberto Rendón: 38 votos.
El poder de la coalición de Gobierno en Cámara y Senado podría ser muy superior al de la votación obtenida por Maya, inclusive, pues apenas asistieron a la sesión del Congreso 227 de sus 266 integrantes. El Polo, principal fuerza de izquierda (con 8 miembros) votó en blanco. La Alianza Verde se dividió.
Lucha de viejos amigos
Santos y Gaviria, quienes hace apenas un par
de meses se convirtieron en grandes aliados para la reelección
presidencial, entraron las últimas semanas en una contienda declarada
por la Contraloría, la cual los llevó a cierto distanciamiento.
Los dos líderes son viejos aliados. Fue Gaviria quien, como Presidente (1990-1994), llevó por primera vez a Santos al gabinete ministerial, al nombrarlo en la cartera de Comercio Exterior. Y también en su Gobierno fue Designado a la Presidencia, cargo equiparable a la actual Vicepresidencia, cuyo papel principal era reemplazar al Jefe del Estado en sus ausencias temporales o definitivas.
Por todo esto, aunque la noticia fue la elección de Maya Villazón como Contralor General para un período de cuatro años, un hecho que llamó la atención fue la derrota de Gaviria, quien hasta último minuto desafió el poder del Presidente.
No hay una hipótesis clara sobre las razones que llevaron a Gaviria a asumir como asunto de honor su apoyo a un candidato que, inclusive, para muchos era desconocido. Algunos decían que podría haber estado jugando a quedarse con esa cuota de poder para proteger la designación de su hijo, Simón, quien se estrena en el Ejecutivo.
En cambio, la posición de Santos, para oponerse a Rendón, sí era más clara: no permitir la llegada del uribismo a ese órgano de control.
Aunque desde el pasado fin de semana se sabía que Maya ganaba terreno por el respaldo que le daban el Gobierno y mayoritariamente los partidos de la coalición, Gaviria se empeñó en probar la fidelidad de su bancada liberal hasta este martes en la mañana.
El exmandatario citó a los senadores y representantes liberales a un desayuno para pedirles que votaran por Rendón, y, tras una larga espera, estos llegaron, pero para anunciarle que no lo acompañarían en su propósito. Todos, sin excepción, votaron por Maya.
Lo que siguió a la rebelión liberal fue una cascada de apoyos de los demás partidos, como estaba previsto. Los conservadores, ‘la U’, Cambio Radical y partidos pequeños como Opción Ciudadana respaldaron de manera unánime a Maya. El triunfo de este estaba tan asegurado, que cuando el Congreso pleno comenzó su sesión para hacer la elección ya se intuía el resultado de la votación.
Otro hecho llamativo es que el candidato de Gaviria, Rendón, al final solo tuvo los votos del uribismo (38), salvo el del senador Álvaro Uribe, con quien se enfrentó en la campaña presidencial por defender a Santos.
Los dos líderes son viejos aliados. Fue Gaviria quien, como Presidente (1990-1994), llevó por primera vez a Santos al gabinete ministerial, al nombrarlo en la cartera de Comercio Exterior. Y también en su Gobierno fue Designado a la Presidencia, cargo equiparable a la actual Vicepresidencia, cuyo papel principal era reemplazar al Jefe del Estado en sus ausencias temporales o definitivas.
Por todo esto, aunque la noticia fue la elección de Maya Villazón como Contralor General para un período de cuatro años, un hecho que llamó la atención fue la derrota de Gaviria, quien hasta último minuto desafió el poder del Presidente.
No hay una hipótesis clara sobre las razones que llevaron a Gaviria a asumir como asunto de honor su apoyo a un candidato que, inclusive, para muchos era desconocido. Algunos decían que podría haber estado jugando a quedarse con esa cuota de poder para proteger la designación de su hijo, Simón, quien se estrena en el Ejecutivo.
En cambio, la posición de Santos, para oponerse a Rendón, sí era más clara: no permitir la llegada del uribismo a ese órgano de control.
Aunque desde el pasado fin de semana se sabía que Maya ganaba terreno por el respaldo que le daban el Gobierno y mayoritariamente los partidos de la coalición, Gaviria se empeñó en probar la fidelidad de su bancada liberal hasta este martes en la mañana.
El exmandatario citó a los senadores y representantes liberales a un desayuno para pedirles que votaran por Rendón, y, tras una larga espera, estos llegaron, pero para anunciarle que no lo acompañarían en su propósito. Todos, sin excepción, votaron por Maya.
Lo que siguió a la rebelión liberal fue una cascada de apoyos de los demás partidos, como estaba previsto. Los conservadores, ‘la U’, Cambio Radical y partidos pequeños como Opción Ciudadana respaldaron de manera unánime a Maya. El triunfo de este estaba tan asegurado, que cuando el Congreso pleno comenzó su sesión para hacer la elección ya se intuía el resultado de la votación.
Otro hecho llamativo es que el candidato de Gaviria, Rendón, al final solo tuvo los votos del uribismo (38), salvo el del senador Álvaro Uribe, con quien se enfrentó en la campaña presidencial por defender a Santos.
Ganadores y derrotados
La elección de Edgardo Maya como Contralor General de la República dejó una estela de victorias y derrotas.
Entre los triunfadores descuellan, obviamente,
el propio Maya, seguido por el presidente Juan Manuel Santos, quien
respaldó sin ninguna duda su nombre desde el comienzo.
Pero Santos no trabajó solo. A su lado estuvo el vicepresidente Germán Vargas Lleras, quien siempre vio con buenos ojos la llegada de Maya a ese cargo.
También trabajó de manera ardua el nuevo ministro de la Presidencia, Néstor Humberto Martínez Neira, para quien esta faena fue una especie de inauguración del cargo.
El otro bastión fue Juan Fernando Cristo, ministro del Interior, quien también se estrenó en su cartera defendiendo la elección de Maya contra las aspiraciones del jefe natural del partido, César Gaviria. El expresidente Ernesto Samper también coadyuvó en esta empresa.
Pero Santos no trabajó solo. A su lado estuvo el vicepresidente Germán Vargas Lleras, quien siempre vio con buenos ojos la llegada de Maya a ese cargo.
También trabajó de manera ardua el nuevo ministro de la Presidencia, Néstor Humberto Martínez Neira, para quien esta faena fue una especie de inauguración del cargo.
El otro bastión fue Juan Fernando Cristo, ministro del Interior, quien también se estrenó en su cartera defendiendo la elección de Maya contra las aspiraciones del jefe natural del partido, César Gaviria. El expresidente Ernesto Samper también coadyuvó en esta empresa.
A Gaviria, en la derrota, además del
expresidente Álvaro Uribe, lo acompañó también el procurador Alejandro
Ordóñez, quien intentó oponerse a toda costa a esta elección. Sus
últimos esfuerzos para oponerse los hizo pocos minutos antes de la
elección.
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