Los aciertos y los errores que definieron el resultado electoral
Analistas políticos explican lo que llevó a la reelección de Santos y a la derrota de Zuluaga.
La idea maniquea de la paz
o la guerra como únicas opciones para el país y el mensaje persistente
de que no votar por él era hacerlo por el regreso a un pasado oscuro y
perpetuar el conflicto armado fueron, en definitiva, los aciertos de Juan Manuel Santos en
su estrategia política para ser reelegido presidente de Colombia, según
coinciden varios analistas consultados por EL TIEMPO. En contraste, los
errores del perdedor, Óscar Iván Zuluaga, fueron su falta de claridad
frente a los diálogos de La Habana, su tendencia a dejarse llevar por la
ira y, paradójicamente, la sombra de quien ha sido su mentor: Álvaro
Uribe.
“En el imaginario electoral del país caló esa
especie de zozobra que generaba el hecho de que una derrota de Santos
nos anclaría en el conflicto”, opina Diego Cediel, profesor de Ciencias
Políticas de la Universidad de La Sabana.
Cediel resalta como hecho relevante el que
personalidades como Clara López, Antanas Mockus, Iván Cepeda, Claudia
López y Gustavo Petro –contradictores políticos de Santos– se hayan
sumado a su campaña. “Todos ellos, que en su momento lo cuestionaron, lo
que hicieron con su apoyo fue darle un impulso legitimador ante la
opinión pública y reforzar la idea de que se votaba por algo
trascendental: por la guerra o por la paz”, dice Cediel. (Vea en imágenes: Así reaccionaron los seguidores en las sedes de campaña)
Situar el conflicto armado en la agenda
nacional cuando las encuestas lo ubicaban lejos de las prioridades de
los ciudadanos, fue, para Alejo Vargas, Director del Centro de
Pensamiento de la Universidad Nacional, “el mayor logro del Presidente”.
Vargas cree que en ello ayudó una buena estrategia de comunicación y
hasta la obsesión del expresidente Uribe frente a los diálogos, lo que, a
la postre, obligó a Zuluaga a cambiar varias veces de posición y
convirtió ese asunto en su talón de Aquiles. “Pasamos de un candidato
que decía que los diálogos no tenían sentido y que los iba a suspender
apenas llegara al poder, a que iba a darle un plazo, que primero fue de
unos días y luego fue sin término claro. Ahí hubo bandazos y creo que
ese fue uno de los elementos más complejos de la campaña de Zuluaga”,
dice Vargas.
La otra estrategia que le salió bien a
Santos fue la de cultivar una imagen mucho más mesurada y sobria,
equilibrada, de estadista, frente al tono agresivo de la campaña del
candidato perdedor. “Hubo un mejor desempeño del
candidato-presidente en los debates y en varias ocasiones descolocó a
Zuluaga, al punto de hacerlo caer en un lenguaje y una actitud
agresivos, que no le ayudaron”, señala Andrés Molano, analista y
profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario.
Un momento significativo y determinante fue el del debate de EL TIEMPO y la W que
enfrentó a Santos y a Zuluaga y que fue moderado por Roberto Pombo. La
frase que en un momento le soltó Zuluaga a Santos, “con usted no se
puede ser respetuoso”, generó malestar. “Si ese es el talante que va a
tener un presidente frente a alguien con la investidura de Santos, ¿qué
se espera para un ciudadano común y corriente? Evidentemente se trató de
un mensaje demasiado fuerte y de autoritarismo que fue en contra de
Zuluaga”, afirma Alejo Vargas. (Por paz y economía, candidatos tuvieron el debate más intenso).
Esa idea se fortaleció más con el comercial
que se transmitió esa misma noche y que protagonizaba una mujer que se
quejaba de sus problemas cotidianos y que terminaba lanzando naranjas
presa de la ira. “Aquello fue tan grotesco”, cree Alejo Vargas, “y se le
fue tanto de las manos a la campaña de Zuluaga que se le volteó, porque
transmitía la sensación de que esa era el talante de su gente”. Por
contra, el video viral de la mujer de 85 años que contaba con
naturalidad que votaría por ‘Juanpa’ y no por ‘Zurriaga’ terminó por
perfilar una imagen más cálida y cercana de Santos.
Mientras que el candidato presidente apeló (en
la segunda parte de su campaña) a las emociones y a la sensibilidad de
la gente frente a un futuro sin guerra, la táctica de la polarización
fue un fiasco para Zuluaga, opina Alejandra Barrios, directora de la
Misión de Observación Electoral (Moe).
Para el constitucionalista y excongresista
Darío Martínez, el reto de Santos ahora es lograr una gran convocatoria
nacional frente a la paz que acoja, sin reservas, a los electores que le
dieron su voto a Óscar Iván Zuluaga.
EL TIEMPO
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