15/8/11
El fútbol
Bernardo Mejía Prieto
Cumplió, sin lugar a dudas, con mucho éxito la ciudad el compromiso que había adquirido con la FIFA y como sede del Mundial Sub-20. El estadio Palogrande quedó espectacular, con sus sillas, su señalización y su cancha. Además, los manizaleños respondimos con una muy buena asistencia y un excelente comportamiento en los partidos. Tenemos porqué sentirnos satisfechos y orgullosos. Ahora lo que nos toca hacer es conservar el estadio, porque no solo las tribunas y la gramilla están muy bien, hay que destacar la belleza de los camerinos y demás áreas internas. Se podría pensar, inclusive, como se hace en otras partes del mundo, que se propicien recorridos turísticos dentro del escenario.
Otro tema, pero que tiene que ver también con el fútbol. Es de lo inoportunos que somos los colombianos para buscar el momento de nuestros escándalos. Es el caso del futbolista Andrés Escobar que fue asesinado después de su participación en el mundial de fútbol en Estados Unidos y cuando este torneo aun no se había terminado y ahora, en medio del Mundial Sub-20, el caso del entrenador de nuestro seleccionado patrio de mayores que borracho golpea en plena vía pública a una mujer.
La verdad es que el "Bolillo" al parecer sabe mucho de fútbol, conocimientos que ha mostrado no solo a nivel nacional, sino que también lo pudo demostrar, y con creces, cuando fue entrenador de la selección de fútbol del Ecuador, pero en su comportamiento personal, no solo ahora, deja mucho qué desear. Por eso estoy de acuerdo con la salida de él como seleccionador de nuestro equipo de fútbol. Siempre he tenido claro que todos los seres humanos tenemos que ser muy cuidadosos con nuestro comportamiento, y especialmente deben ser más celosos los que son personas públicas, quienes deben de tener siempre en mente la frase de "la mujer del César no solo debe ser buena, sino parecerlo".
Es absolutamente vergonzoso que se esté tratando de sostener al señor Gómez en su posición como entrenador del equipo nacional. Su comportamiento en un país civilizado no ameritaría ninguna discusión. Simplemente el señor que comete la falta, renuncia y no da pie a ningún tipo de comentarios. Pero en nuestro medio la cosa es muy distinta. Somos un país machista y camorrero, por más que tratemos de decir lo contrario. Es muy "normal" e inclusive "comprensible" y "tolerable" que se les pegue a las mujeres. Hay una frase que lo resume todo "déjelo que para eso es mi marido". Con la actitud de apoyo que están teniendo los directivos de la Federación Colombiana de Fútbol con el entrenador se sigue propiciando que seamos un país machista y que se tolere la agresión física especialmente a las mujeres.
Hay otro tema, que también tiene que ver con el fútbol. Es muy delicado el momento que está viviendo el Once Caldas. Hay que tener siempre muy en claro la importancia que tiene esta institución para nuestra ciudad. En anteriores oportunidades decía que la carta de presentación en el extranjero de nuestra ciudad natal era la del Once Caldas. Es una institución que debemos preservar y luchar por sostenerla. Pero lamentablemente el tema económico de los últimos años se ha vuelto muy complicado y cuando ya se creía que estaban solucionados los problemas y se avizoraba un panorama económico más despejado, cayó el fallo del Consejo de Estado sobre la reclamación de la DIAN por el manejo de los recursos de la venta del jugador Edwin Congo.
En su momento, cuando se hizo la venta de ese jugador, se consideró que fue el mejor negocio de toda la historia del equipo. Pero quién iba a imaginarse que pasado un tiempo, no muy largo, iba a ser el posible causante de la liquidación del equipo. Sin ser un experto en el tema tributario, me parece que el fallo del Consejo de Estado es de lo más absurdo que he podido escuchar. Al parecer son muchas las explicaciones que el Once Caldas puede dar sobre la manera como manejó los recursos de la venta del jugador desde el punto de vista tributario, pero que este alto tribunal diga que el Once Caldas no es una institución sin ánimo de lucro, es de no creer.
Soy aportante desde hace muchos años del Once Caldas y me siento orgulloso de serlo, pero nunca he sido llamado por parte de los dirigentes de la institución para recibir los dividendos que me corresponden. Ese llamado no me lo hicieron, por ejemplo, cuando se vendió Congo y en esa época sí había plata para repartir. Lo delicado es que según se comenta en la calle, traer a valor presente el fallo del Consejo de Estado, incluidos interés moratorios y sanciones por no pago oportuno, puede ser una cifra cercana a los $14 mil millones de pesos, cifra que en caja, no tiene ni tendrá nunca el Once Caldas y tal como están las cosas, como ya es un fallo de última instancia, se tendrá que pagar y al no disponerse de recursos en la institución, se tendrá que optar por la fórmula de la liquidación, por quiebra, de la institución y luchar por todos los medios posibles de conservar la ficha del equipo ante la Dimayor. Es decir, por la razón o la fuerza, les tocó a los propietarios del equipo transformarlo, tema que al parecer estaban tratando de evadir.Tomado de La Patria.
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