Juan Mario Laserna, considerado el mejor congresista del país, no pasó el 'corte'. Y no fue el único.
De izquierda a derecha los senadores que ya no estarán: José Darío Salazar, Juan Mario Laserna y Jorge Londoño.
Foto: SEMANA.
A falta de la entrega oficial de algunas mesas, estas elecciones dejaron a varios aspirantes al Senado y a la Cámara de Representantes en el pabellón de los quemados. Se trata de algunos políticos conocidos, otros que sonaban como futuros congresistas y algunos herederos de la parapolítica:El caso más paradójico es el de Juan Mario Laserna, considerado una verdadera estrella que se va. Fue elegido como mejor senador por la Revista Dinero en la actual legislatura. Es reconocido por el debate sobre la posición dominante que le costó una millonaria multa a la multinacional Claro. Experto en el tema fiscal, puso ojo avizor sobre el régimen de regalías y fue uno de los principales críticos del proyecto de exploración La Colosa en Tolima. Había llenado parte del vacío dejado en el Congreso por conocedores de los temas económicos como Hugo Serrano Gómez, Víctor Renán Barco y Luis Guillermo Vélez.
“Es probable que el sistema de bancadas y vocerías únicas haya limitado su trabajo, pero es seguro que él supo hacerle esguince a la “disciplina para perros” y asumir posiciones independientes. Prueba de ello es que integró un tándem con senadores que están en orilla distinta a la suya –Jorge Robledo y Alexander López– para tratar a fondo el problema de los monopolios”, decía de él la publicación. Una lástima para sus seguidores y una figura esencial que pierde el parlamento.
Otro de los parlamentarios más destacados de la legislatura que termina es el representante liberal Guillermo Rivera, uno de los autores de la Ley de Víctimas y una de las figuras renovadas y emergentes del partido Liberal. Decidió dar el salto de la Cámara al Senado,
Entre los políticos de trayectoria que también se quemaron hay una larga lista. Están el liberal Héctor Elí Rojas, quien fracaso en su intento por regresar al Senado, y el conservador José Darío Salazar, expresidente del Directorio, y una de las voces disidentes del partido. Otro de los ilustres quemados es el exgobernador de Boyacá y senador de la Alianza Verde Jorge Londoño. Jorge Eduardo Géchem, exsecuestrado de las Farc, no pudo alcanzar un asiento en el Congreso llamado a legislar para la paz y la reconciliación.
Asimismo, en este pabellón también se quedaron varios herederos de políticos en líos judiciales:
Así, por ejemplo, Andrés Felipe García Zucardi, el hijo de la exsenadora Piedad Zucardi, de la U; Luz Estela Cáceres Morales, exdiputada de Bolívar, hija del exsenador Javier Cáceres Leal, quien fue condenado en 2012 por su relación con el Bloque Héroes de los Montes de María.
Y entre la lista de personajes públicos a los que no les alcanzaron los votos están el general Fredy Padilla de León, excomandante de las Fuerzas Militares; Yohana Salamanca Jiménez, hija de la exsenadora Gilma Jiménez, la segunda más alta votación de hace cuatro años, que murió hace un año; Carlos Lozano, director del diario comunista Voz; Sigifredo López, exsecuestrado de las FARC; Judith Pinedo, exalcaldesa de Cartagena; y Tarcisio Mora, expresidente de Fecode.
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