8/10/13

UNA NUEVA IRREGULARIDAD RONDA LOS MANEJOS DE LA INDUSTRIA LICORERA DE CALDAS




 Por: José Fernando Garcés Garcés

Según denuncias del gobernador, Julián Gutiérrez Botero, el ex gerente encargado de la empresa, Álvaro Montoya, recibió para su manejo en el año 2009 unas tierras ubicadas en La Paila, Valle del Cauca.

Lo grave del asunto es que tales suelos proceden de la Dirección Nacional de Estupefacientes, situación que generó gran preocupación al gobernador Gutiérrez y a la nueva junta directiva de la ILC.

A la hora de indagar sobre el tema, el actual gerente Miguel Trujillo, en vía de retirarse del cargo, informó que no se cuenta con documentos legales que justifiquen tal comisión, que además nada tiene que ver con la misión de la empresa de licores.

Por pedido del gobernador de Caldas, el gerente Trujillo puso el caso en conocimiento  de las entidades de control.

A esta hora no se conoce ningún pronunciamiento oficial de parte del ex gerente encargado de la licorera Álvaro Montoya, hermano del ex gerente de Infimanizales, Fernando Montoya.

En otro orden, la junta directiva de la empresa estimó que para emprender un verdadero proceso de reestructuración  de la ILC se requiere de un gerente con amplia trayectoria empresarial, tal como lo dijo el NEC  semanas atrás.

Además se esperan para los próximos días otras renuncias de funcionarios de la empresa de licores de Caldas, como el caso del actual jefe de compras, Pedro Misas, ex gerente de Inficaldas, a quien la Procuraduría General de la Nación lo acaba de inhabilitar para ocupar cargos públicos por espacio de diez años, por irregularidades que cometió siendo Secretario de Hacienda de Caldas, según el mismo ente de control.

Acerca de la amenaza del Valle de no volver a comprar el Ron Viejo de Caldas, hoy está en Manizales una delegación de ese departamento dialogando con las autoridades caldenses para darle una solución al impase.

Como lo revelaron fuentes bien informadas, la Fábrica de Licores de Antioquia tiene gran interés en hacerse al mercado del Valle del Cauca, tal como lo hizo con los mercados del Risaralda y Quindío.

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