Cristiano Ronaldo, y un grosero error de Clos
Goméz, tumbaron a un Elche que se plantó valiente en el Bernabéu. Se
adelantó con un penalti que no pudo detener el debutante Keylor, pero
sucumbió al poderío de la delantera blanca, liderada por un Cristiano
que ha vuelto al 'modo comandante'.
Cristiano Ronaldo, y un grosero error de Clos Goméz, tumbaron a un
Elche que se plantó valiente en el Bernabéu. Se adelantó con un penalti
que no pudo detener el debutante Keylor, pero sucumbió al poderío de la
delantera blanca, liderada por un Cristiano que ha vuelto al 'modo
comandante'.
Carlo Ancelotti movió fichas, y la jugada le salió bien. Es lo que
tiene disponer de trilita para experimentar, en lugar de gaseosa. El
luso fue protagonista absoluto del partido, en las dos áreas. Hasta se
dio el lujo de cometer un penalti de delantero (es decir, clarísimo) que
permitió al Elche asentar su valiente puesta en escena en el Bernabéu.
El 4-4-2 de Fran Escribá compitió durante 20 minutos con el de
Ancelotti, pero sobre el tablero de ajedrez mandó el purasangre
Cristiano. Caballo ganador casi siempre.
Con Illarra (notable) en la sala de máquinas junto a Kroos, con Isco y
James en los costados, el Madrid tuvo problemas de salida para descoser
a un Elche más que aseado. Escribá también introdujo cambios, pero su
equipo respondió bien. Sufrió una enormidad, eso sí, en los centros
laterales. Quizá demasiados cambios en el corazón de la defensa. Aunque
la peor puñalada se la asestó Clos Gómez, que regaló un penalti al
Madrid tras un piscinazo obsceno de Marcelo. Cristiano no perdonó el 2-1
y poco después se transmutó en Santillana para hacer el tercero. Otro
gran frentazo para su galería de vuelos sin motor.
La segunda mitad discurrió entre bostezos. El público pasó el rato
dando cariño a Illarramendi, disfrutando de los arabescos de Isco y de
su buena sintonía con Marcelo y con un ojo en Keylor, que apenas dio pie
a debate alguno; salvo el penalti de Albácar, sus biorritmos apenas se
alteraron.
Cuando el partido enfilaba la recta final, todos parecían resignados a
su suerte: el Madrid, a sumar un victoria funcionarial, el Elche, a una
derrota honrosa. Pero faltaba Cristiano. Buscó el hat-trick con tres
remates cercanos ante Manu Herrera, que respondió bien. No desesperó.
Siguió porfiando hasta que ganó otro penalti, este sí, de la inocencia
del joven Pasalic. Cambió el lado, pero no el resultado. Diana Para el
descuento quedó el broche, una contra con Bale que Cristiano colocó
suave en la red con un toque de exterior. Otro gol, su noveno en Liga,
siete en cuatro días. Con viento del crack de Madeira en la velas, el
Madrid navega.
En Twitter:
@SantiSiguero
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