30/6/14

Francia acepta el regalo


Nigeria no quiso tener ni un solo detalle con Francia, pero el único regalo que concedió le costó carísimo. El presente cayó del cielo y a la cabeza de Pogba, que aprovechó un error de Enyeama. El portero no tuvo más errores en toda la tarde, todo lo contrario, pero su fallo en pleno vuelo a la salida de un córner decidió un partido que había tenido a Francia contra las cuerdas. También hay que decir que el árbitro colaboró no expulsando a Matuidi y no pitando un penalti de Evra a Odemwingie. El estadounidense Mark Geiger fue cómplice.
Quedaban diez minutos para el final y los franceses se estaban temiendo lo peor. Valbuena colgó la pelota desde la esquina y Enyeama falló en la salida. Lo había parado todo. Incluso ese centro venía precedido de una buena mano a cabezazo de Benzema. El guardameta nigeriano, que se había puesto gallito, se equivocó en el peor momento posible. Enyeama no atrapó el pájaro que pareció ver y Paul Pogba lo aprovechó para marcar el gol. Dejar caer ese balón era como tirarse a un río lleno de cocodrilos.
Enyeama sólo cometió ese fallo, pero resultó gravísimo. A Francia le sirvió para solucionar un problemón. Las 'Super Águilas' estaban volando por los aires y la tragedia se mascaba para los franceses.
Una pelea de gallos 
Nigeria duró lo que terminó en agotarse su gasolina. Cuando comenzó a dar señales de agotamiento (ya le había pasado en el tramo final de la primera parte) apareció Enyeama. Nadie contaba luego con su error. Es injusto señalarle por esa acción, y más tras su actuación, pero así es el fútbol de injusto con los porteros. Fallaron sus guantes una sola vez y eso quedará en los escritos.
El gol de Pogba en el 80' sentenció lo que estaba siendo una pelea de gallos. Luego Francia cerró el marcador con el 2-0 en la prolongación (se lo apuntó Yobo en su portería), aunque a Enyeama ya le habían cortado las alas.
Francia no estuvo cómoda hasta que se encontró con ese gol. Nigeria le encontró las cosquillas y resistió al poderío de Pogba, que pudo marcar de volea uno de los tantos del Mundial. Pero allí estaba el gato Enyeama. Sí, él.
Matuidi tuvo que irse a la calle
Tras el descanso, Nigeria se vino más arriba y a Francia le entraron sudores fríos. Lo demostró Matuidi, que tuvo que irse a la calle por una criminal entrada al tobillo de Onazi. Eso fue minando a los de Keshi, que fueron perdiendo fuelle y Francia levantó la cabeza.
Con los 'bleus' mascando el gol en el tramo final, apareció Enyeama. Para todo. Para lo bueno y para lo malo. El guardameta del Lille, uno los grandes porteros africanos de los últimos tiempos, intentará atrapar en sueños ese balón. A él se le escapó. Mundo cruel.
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