Por José Fernando Garcés Garcés.
La advertencia de que si no se hacen los correctivos ya, la empresa colapsará en poco tiempo, ha hecho que la gerencia y la junta directiva de la Industria Licorera de Caldas empiecen a tomar decisiones para evitar la quiebra de la misma.
Tomadas las primeras medidas, ya se
advierte un choque entre trabajadores y directivos de la empresa, evidenciado
en las reacciones de ambas partes conocidas en los últimos días y ratificadas
hoy por el gerente Miguel Trujillo
Londoño.
En charla con la prensa local, el funcionario
afirmó que es excesivo el personal vinculado en el área administrativa.
En uno de los apartes del encuentro
con la prensa, Trujillo expresó que en la empresa pareciera que no se tuviera
noción del valor del dinero.
Pero el problema en esta industria no
es solo la carga laboral. También son problema los Distribuidores que no han
cumplido con las metas de ventas previstas, según lo denunció el mismo gerente.
Se tiene el caso del Distribuidor de
Santander del Sur, que ha sido fatal para los intereses de la ILC. Por eso no
irá mas pese a las presiones de toda índole para que se mantenga, confirmó el
funcionario.
En Cesar no hay distribuidor desde
hace 7 años y en Bolívar y Atlántico
desde hace 2 años, no obstante su
gran importancia como mercados para los licores.
Para vender bien los productos en los
Estados Unidos, será necesario hacer millonarias inversiones en mercadeo en los
próximos tres años.
Precisamente se acaba de autorizar
una adición presupuestal por $7 mil millones para invertir en este frente.
Con solo cuatro meses de estar en la
gerencia, Miguel Trujillo admitió que son vastas las soluciones que hay que
aplicar ya en la empresa para evitar su cierre y poder fortalecerla para el
bien de todos los caldenses.
Las primeras medidas adoptadas buscan
racionalizar los gastos en el uso de vehículos, teléfonos celulares y demás.
De parte de los trabajadores, la
directiva espera que pronto se inicie un plan de retiro voluntario para ir
aliviando las finanzas.
Por su lado los trabajadores han
manifestado que ellos no son el problema y que este radica en los elevados
sueldos cancelados a los ejecutivos de la organización.
Mientras se hace este tratamiento que
no da espera, según el mismo gerente, las ventas de la ILC han mejorado
levemente y se inició el montaje de un Departamento de Planeación, que aunque
suene raro, esta empresa no ha tenido.
En conclusión por lo expuesto por el
directivo, cada día que pase será clave para la supervivencia de la empresa de
licores de Caldas
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