21/5/13

"James se ve en el Mundial de Brasil", dice su esposa Daniela



Daniela Ospina, esposa de James Rodríguez, es hermana del arquero David Ospina.Johan López/ETCE.

Tras el título con Porto, la señora del '10' lo espera en Medellín para el nacimiento de su hija.
“Lo recibo pero después del mediodía”, me dijo. La llamé a las 12:30 y ella: “Me demoraron con la ecografía, venga a las 2:30, o mejor a las 3:00 para más seguridad”, me pidió Daniela Ospina, la bella y joven esposa de James Rodríguez, el crack del Porto de Portugal, que este domingo se coronó campeón de la Liga, y del dueño de la número 10 de la Selección Colombia. Llegamos, fotógrafo y yo, un minuto antes de las 3:00, pues a las mujeres no hay que hacerlas esperar. (Lea acá: ¡James, Jackson y Quiñones, campeones con Porto!).

Daniela Ospina Toro está a menos de dos semanas de ser madre. Tendrá una niña, se llamará Salomé y, como ella, será antioqueña. “Soy gallina para esto del parto y por eso me vine a tener la niña en Medellín”, dice Daniela.

A James lo conoció hace cinco años, cuando su hermano David era el arquero titular más joven de la historia de Nacional. Ella era titular de la selección Antioquia de voleibol, y entre sus planes, gracias a los consejos de su madre, no había ningún futbolista a la vista. “Mi mamá me decía: ‘no te quiero ver con un futbolista nunca en la vida’, pero el que escupe para arriba en la cabeza le cae”, cuenta Daniela entre risas.

Antes de seguir nos advirtió: “No pregunten por el futuro de James ni de David, pues no sé nada”. Entonces continuamos. Mejor habló de su vida en Portugal, esa vida tranquila y casera. “Es la primera vez que doy una entrevista desde que estoy casada con James. En Portugal todo es tranquilo, aunque el fútbol se vive con pasión. Soy muy casera: me levanto, despacho a James, hago la comida y luego me pongo a leer”, narra la joven antioqueña. También nos habló de sus dos años y medio de casada con James y de los otros dos años como novios: “David no tuvo que ver nada. Tenía una amiga que conocía a James y ella me lo presentó. Fue amor a primera vista y ahí vamos”, asegura.

Ella es tierna y sencilla. Trata de resolverlo todo con prudencia. “El fútbol de Portugal es tranquilo, muy diferente al de Inglaterra y España, pero yo estoy preparada para ese reto si me toca”, comenta la joven de cara ovalada, ojos cafés y pelo castaño. Es alta, mide un metro y 73 centímetros, y su acento sigue siendo muy antioqueño. Dice que sabe cocinar: le salen bien los fríjoles y las sopas, contó, pero James le pide arroz con pollo y sudado de pollo.

“James está convencido de que Colombia estará en el Mundial de Brasil. Se ve jugando semejante Copa. Algo muy grande para todos y para el país. Ya estoy separando boletos para ir allá”, dice Daniela. “Con Salomé", añade tras una pausa. Sobre James lanza elogios. “Él no tiene precio, es un excelente jugador y excelente persona. A veces exagera y se entrega demasiado en la cancha. Incluso me toca decirle: ‘sacá un poquito tu corazón porque vas a sufrir toda la vida con esto’”.

Fue un destello, un instante, Daniela había sido reveladora por primera vez. Se le nota cansada de responder. Para el final nos deja los detalles curiosos: que James tiene inundada su casa de música colombiana y caribeña. Que Héctor Quiñones tiene novia y que salen mucho con ellos. Que James cena seguido con Jackson Martínez, y que con las otras figuras del Porto, Joao Moutinho y Lucho González, por ejemplo, apenas se ve en las cenas del equipo y en los entrenamientos. Así es la mujer del 10.
Salomé, James y el futuro

Daniela ya quiere ser mamá: “Ya quiero ver a mi hija, conocerla, hablarle, acariciarla. Siempre quise ser mamá y creo que James y yo seremos muy buenos padres”. Sin embargo, después del parto, quiere seguir con sus proyectos: “Estoy en otra etapa de mi vida, pero seguiré siendo la misma, incluso después de que nazca mi hija. Aunque seré madre, también seguiré siendo Daniela, una mujer con muchos proyectos a largo plazo. Estoy estudiando Administración de Empresas por internet”, contó.

Le molesta un poco que a James lo llamen tanto de la prensa y que tenga que viajar tanto, pero dice: “Uno se tiene que adaptar a todo y ser fuerte. Estoy feliz con mi vida”.
Así es su vida
“En Portugal todo es muy tranquilo. Allá somos figuras públicas, pero no nos asedia la prensa de farándula. Me pego las ‘voladitas’ para ver jugar a David en Francia. Aprovecho para hablar con él y ver a mi sobrino. El fanatismo por los equipos es muy peligroso en Portugal. James no sale mucho y trata de no ir a Lisboa. No es como las barras de acá, pero sí es peligroso y tomamos nuestras precauciones”, agregó Daniela, quien afirma que viven con tranquilidad y en medio de comodidades.
Mauricio López
Redactor Diario MÍO
carrue@diariomio.co

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