26/6/12

ENTREVISTA CON ANGEL GUILLERMO HOYOS ANTES DE DIRIGIR EL BOLIVAR


¿Cómo fueron sus inicios en el mundo del fútbol?

— Empecé a jugar de muy chico, en Banfield, a mis 16 años, y luego me fui a Talleres de Córdoba; tuve un paso fugaz por el Real Madrid, aunque no fue tan fugaz, porque jugué un año y pasé a la historia, pues hice un gol en el partido en el que se inauguraba la pantalla que ahora está en el Bernabéu. Luego volví a Argentina, a Talleres, donde quedé como goleador del torneo de 1984, además terminé como uno de los mejores 10 de ese momento. Después me compró Blooming de Bolivia y luego tuve la diosa fortuna de estar en Boca durante cinco años. Eso fue un referente, porque cuando uno juega en Boca un año es como si jugara cinco en otro club. Después emigré a Chile, a Colombia y terminé mi carrera en Venezuela.

¿Recuerda cómo fue su niñez?

— Uy, muy difícil, la mayoría de nosotros (los jugadores) comenzamos a jugar fútbol en las calles, en los potreros. Fue una niñez muy difícil por muchas situaciones, pero a través de los años uno valora mucho más todo aquello, por lo que está viviendo en la actualidad.
¿A qué edad comenzó a patear un balón de fútbol?
— A los dos años ya estaba jugando, según lo que me decía mi madre, que ya falleció. Al frente de mi casa había una cancha. A los cinco años me quebraron un pie, porque jugaba con chicos grandes.

¿Admiraba a algún jugador cuando aún era chico?

— Me acuerdo que tenía un radio y me subía a un árbol para escuchar cualquier partido, porque cualquier encuentro era para mí una satisfacción; mi ídolo en ese momento era el jugador de fútbol, pues yo quería lograr ser eso. Para mí el ídolo es el fútbol más que alguien en particular.

¿Qué fue lo más duro que vivió?

— Tuve muchos altibajos, muchas cosas duras. La vida es muy difícil, muchas veces creemos que todo es el dinero y si bien mejora en algo, no la calidad de vida, que viene con el sentimiento, con la felicidad, con la familia. Cuando un miembro de la familia se va es una cosa muy dura, ni la infancia que pasé tiene punto de comparación.

¿Cómo llegó a Europa?

— Un día había culminado un entrenamiento en la escuela de fútbol que tenía en Venezuela, y tomé la decisión de irme para buscar lo que quería lograr, eso estaba en Europa, y qué mejor que irme a España; busqué los medios y le doy gracias a Dios y a la Virgen por estar aquí.

¿Cómo veía el fútbol en su época de jugador y cómo lo ve ahora?

--En evolución permanente. Antes no había teléfonos móviles y vivíamos desconectados; hoy estamos en la era de la comunicación y la vida tiene una evolución permanente. El fútbol también y creo que hay mucho para desarrollarse, en todas las áreas. Veo el fútbol con una velocidad de crecimiento muy alta, con una tónica empresarial de un nivel muy alto; veo el fútbol como una industria, como en Argentina que permanentemente saca talentos al exterior y eso le permite mejorar su economía y mejorar su selección. Yo creo que el fútbol ha crecido y se ha desarrollado de una manera increíble, y los que fuimos de otra época si nos quedamos nos pasa el tren.

¿Usted tiene doble nacionalidad?

— Sí, pero no doble personalidad. Soy argentino, nacionalizado español; nunca dejaré de ser argentino.

¿Qué pasaporte utiliza?

— Se me ha vencido el argentino, y para el recorrido en Europa utilizo el español.

¿Eso significa que vendrá a Bolivia como español?

— Sí, le explico porqué: si tengo que poner en orden todo lo que me pide el Consulado, se me viene el partido con Unión Española (risas).

¿Hace cuántos años que no vive en Argentina?

— Hace 20 que vivo afuera, en diferentes lugares. En España ya llevo 12 años.

— Es la primera vez que va a dirigir a un quipo sudamericano,

¿con qué cree que se va a encontrar?

— Soy muy optimista por naturaleza, siempre busco el bien y lo deseo en todos los aspectos, no me entra la parte negativa, por eso pienso que me voy a encontrar con unos jugadores predispuestos a trabajar, a sacrificarse, a entrenarse, a querer evolucionar, a tratar de darle a Bolívar lo mejor que tienen, y predispuestos a que esa evolución sea permanente. Me voy a encontrar con un club que quiere seguir creciendo, que quiere cosechar títulos. Me voy a encontrar con un país que quiere seguir evolucionando y trataré de hacer las cosas poco a poco, pero bien.(http://directortecnicodefutbol.blogspot.com)

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