Siguen las repercusiones en el tema del ‘Fifa
Gate’, y esta vez aparece el nombre de Colombia, aunque no es con ningún
directivo o la Federación de Futbol, sino con la colombiana Zorana
Danis (presidenta de la empresa de mercadeo deportivo International
Soccer Marketing, ISM), quien tiene estrecha relación con Nicolás Leoz,
expresidente de la Conmebol, pues lo ayudó a mover el dinero que recibió
el dirigente por sobornos, según dio a conocer el diario paraguayo ABC.
Danis, de 52 años, según la fiscalía de
Estados Unidos: “Usó cuentas bancarias de Nueva York y adyacencias para
pagar sobornos y coimas al acusado Nicolás Leoz y al cómplice Eduardo de
Luca”.
Esta conexión entre la colombiana y el
paraguayo Leoz se inició en 1995, cuando Danis creó ISM, como una
supuesta corporación doméstica sin fines de lucro y funciona en una
discreta oficina en Nueva Jersey.
La fiscalía norteamericana también indicó que
“durante más de 15 años, uno de los más poderosos ejecutivos de la Fifa
(N. de la R: Leoz, de Conmebol) confió en una pequeña empresa de
mercadeo deportivo que opera desde una discreta oficina en Nueva Jersey,
con la que firmó importantísimos acuerdos de patrocinio corporativos
para el torneo más grande de Suramérica: la Libertadores”.
La entidad judicial norteamericana explica que
ISM recaudó en Bridgestone, Toyota y Santander, empresas que han
patrocinado la Libertadores, más de 100 millones de dólares. En el
expediente del Departamento de Justicia de EE. UU. se denuncia a la
empresa manejada por Zorana Danis (que frecuentaba mucho el ambiente
social de Asunción) como una de las que pagaban sobornos.
La información recolectada indica que, un año
después de crear el negocio, la Conmebol la designó como agente de
mercadeo para gestionar patrocinios en diferentes niveles, cuenta el
diario paraguayo.
Zorana Danis es acusada de trabajar
directamente desde su empresa o afiliados para sellar contratos y vender
derechos de marketing del torneo.
Pero también la colombiana tendría vínculos
que traspasaron el continente. ABC sostiene que de Tokio llegó en el
2000 la suma de 1,5 millones dólares a nombre de Conmebol, y Leoz ordenó
que un 1,2 millones de dólares fueran depositados en su cuenta
personal, otros 200.000 para la cuenta del argentino Eduardo de Luca, en
ese entonces secretario general de la Conmebol, y los 100.000 restantes
para Danis. Según el diario As de España, mediante una entrevista a un
extrabajador de la Conmebol –a quien denominaron Confidente X–, esa no
era la repartición estipulada, sino para las diez federaciones del ente
suramericano, para que votaran por Corea y Japón para el mundial del
2002.
Vale recordar que en 1999 Japón fue invitado a
la Copa América que realizó Paraguay. Era la primera vez que una
selección que no era de América estaba en el torneo.
Ese Confidente X, aunque en los informes de la
Fiscalía no aparece, menciona a María Clemencia Pérez, también
colombiana y esposa de Leoz.
“A veces, para maquillar las operaciones,
usaban como testaferros a alguno de sus familiares. El doctor Leoz, a su
esposa, María Clemencia; sus ayudantes hacían algo parecido”, afirmó el
Confidente X.
El informante coincide con la investigación en
EE. UU., pues ratifica que “desde finales de 1990 y el 2012, el
cómplice 5 (Zorana Danis) usó cuentas bancarias de Nueva York”, para
cancelar “sobornos al acusado Nicolás Leoz y el cómplice 8 (Eduardo de
Luca) para mantener estos derechos en conexiones con las ediciones del
torneo hasta el 2012”. Los derechos a los que se refiere la fiscalía
eran para mantener el control de los patrocinadores de la Copa
Libertadores.
Santander pagó a la agencia de Danis 40
millones de dólares como patrocinador desde 2008 hasta 2012, a un costo
de 8 millones de dólares por edición, y Bridgestone firmó por 57
millones de dólares para estar desde el 2012 hasta el 2017. Esos
contratos fueron firmados por Danis, Leoz y De Luca.
La historia sigue
El diario As, en su edición de este sábado,
siguió publicando la entrevista con el Confidente X quien contó cómo fue
la entrega de unos dineros.
"Me dieron un millón en efectivo, en dólares y
una lista con iniciales y cifras. Me fui al hotel Yacht&Golf Club
de Asunción y, como me habían ordenado, empecé a hacer el reparto del
dinero entre los miembros que en esa época comandaban la Conmebol. Le
entregué dinero a Julio Grondona, Rafael Esquivel, Osuna, De Luca...
Llamaba a la puerta de su habitación y les entregaba el sobre que
previamente había preparado con la cantidad que cada uno tenía asignada.
Algunos lo contaban y otros ni siquiera eso. Ni me miraban a los ojos.
Cerraban la puerta y yo iba camino del siguiente cuarto, siguiendo el
orden establecido en la lista. No todos cobraban lo mismo. Había
sobornos más gruesos y otros de menos dólares. Eso sí, nadie firmaba un
recibo. ¡No podían firmar el recibí de las coimas!”.
Pero esa situación hizo que reflexionara
sobre el peligro de andar con tanta cantidad de dinero, por eso tomó la
siguiente decisión.
"No era recomendable pasearse por las calles
de Asunción con un maletín lleno de dinero, sólo y sin protección. Me
sentía en peligro. Fue cuando decidí pedir el traslado, que me asignaran
otro trabajo. Pero no sentó bien. Lo dije y comenzaron los problemas,
la presión, los seguimientos, la vigilancia".
Tener esos dólares en su poder, y sin nadie
que lo vigilara era un peligro y también una tentación. Así lo expresó:
“Pensé en coger el dinero, irme al aeropuerto y si te he visto no me
acuerdo. Pero yo no soy como ellos”, finalizó.
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