Colombia y Argentina aún no despiertan
totalmente. Su fútbol todavía está lejos del más esperado. Han tenido un
trasegar que no ha convencido en la Copa América, pero son Colombia y
Argentina, tienen las armas para generar una reacción imponente, para
despertar en cualquier momento, para convencer. Además tienen a James
Rodríguez y a Lionel Messi, dos íconos del fútbol mundial, sus máximos
referentes, lo cual es suficiente para anticipar un juego vibrante, y
justo ahora, que es por la clasificación a la semifinal.
Cuando a James Rodríguez le preguntan si el
partido de este viernes será un duelo entre él y Messi, sonríe con
timidez. “Messi está en otro mundo. Es un jugador único, no se puede
hablar de un duelo James contra Messi porque sería injusto con él”,
asegura, y se pone rojo. Es el mejor futbolista colombiano del momento,
pero guarda respeto por el mejor del mundo. Sin embargo, en la cancha,
defendiendo a sus respectivas selecciones, esas distancias no se notan,
hay mucho en juego: la supervivencia.
Pero, por más que James quiera evadir un duelo
individual, el partido es propicio para que los dos cracs brillen y
lideren a sus equipos a la clasificación. Colombia, al menos, sí que
necesita que su mejor hombre esté inspirado, lleno de confianza, que
vuelva a ser el del Mundial de Brasil, el que servía como eje, como
guía, que arrastraba a sus compañeros, que generaba y transmitía la idea
optimista de que cualquier gesta era posible.
Esa misión aún está en deuda. Contra Venezuela
fue algo invisible, algo inadvertido; contra Perú pesó poco, incluso se
marchó molesto y reconoció que el equipo no jugó bien; pero,
curiosamente, contra Brasil, en aquel triunfo histórico 1-0 de la fase
de grupos, tuvo sus mejores chispazos, como para ratificar que frente a
los grandes, James reacciona. Aún se espera mucho más de él, y este es
el mejor momento.
“Cuando uno quiere aparecer y cuando no hay
tanto espacio, o cuando estoy cerrado, hay otros jugadores que pueden
hacerlo también, como 'Teo' (Gutiérrez), Falcao (García) o Juan
Guillermo (Cuadrado). Yo creo que tienen que aparecer también; y si uno
no puede ayudar, lo pueden hacer los otros también”, dijo James,
reconociendo que no solo a él le falta llegar a su tope, sino también a
sus compañeros si es que quieren la clasificación a la semifinal.
James, el goleador del pasado mundial, y
Messi, elegido, con críticas, como el mejor jugador de la Copa del
Mundo, ya han vivido duelos reñidos: el año pasado se cruzaron en la
cancha, en la Liga de España, en el superclásico que ganó el equipo
merengue. Y, jugando con la Selección, se encontraron en la pasada
eliminatoria, en el duelo que ganaron los gauchos en Barranquilla (1-2) y
en el que empató Colombia en Buenos Aires (0-0). El enfrentamiento ha
sido muy parejo.
Pero ya no valen ni el ayer ni el mañana. Solo
el hoy. En esta instancia es el todo o nada. Un parpadeo y se marchan a
casa. Así que la victoria es necesaria. “Ellos tienen buenos jugadores y
Colombia intenta jugar; va a ser un lindo partido”, anticipó James, de
pocas palabras. Su diálogo se espera en la cancha, con la pelota,
liderando.
"No les gusta perder"
Este jueves, en la rueda de prensa previa al
juego, el propio técnico José Pékerman se animó a comparar a los dos
cracs, no desde lo futbolístico, sí desde otro punto de vista. “Messi es
como James porque se molestan cuando pierden y siempre quieren ganarlo
todo”, dijo el entrenador.
Efectivamente, James representa la honestidad
que le queda al fútbol. El dejarlo todo para ganar, más si se lleva
puesta la camiseta de la Selección. Son de esos jugadores que sufren,
que lloran con la derrota, como en el Mundial, cuando, entre lágrimas,
el ‘10’ colombiano padeció la eliminación; o contra Venezuela, en esta
Copa, cuando prefirió el silencio, salir presuroso del estadio para no
dar una declaración inapropiada en medio de su ira.
Y si sufren las frustraciones, más padecen el
no poder estar en la cancha o no tener un buen partido. A ambos les
gusta jugar siempre, y siempre ganar. Este viernes, alguno de los dos
terminará con cara de amargura.
“Esta Copa ha sido muy dura. Nadie ha estado
en un nivel alto, salvo Chile, que goleó (a Bolivia 5-0 en la fase de
grupos). Pero es una Copa América muy dura”, manifestó el volante
colombiano, al explicar los altibajos, no solo de él, no solo de
Colombia, sino en general de todas las selecciones que participan en
esta Copa América.
Máximo cuidado
Es tan importante la presencia de James y de
Messi para este partido, en sus respectivas selecciones, que son el
punto de referencia para los entrenadores. Este viernes, Pékerman no se
guardó elogios por el astro argentino, al que él tuvo la oportunidad de
dirigir en las selecciones juveniles, aunque el cómo marcarlo es una
incógnita para él.
“Todo el mundo se hace esa pregunta. Es el
mejor jugador del mundo. Es un jugador impredecible. Hay que estar muy
atentos. Nadie puede distraerse. Vamos a prestar mucha atención con él.
Ellos tienen jugadores que desequilibran, pero la individualidad de
Lionel es definitiva”, dijo Pékerman, que tiene la preocupación de no
contar con Edwin Valencia ni Carlos Sánchez, sus habituales volantes de
marca.
Del otro lado, James también genera
preocupación. Este viernes, Gerardo el ‘Tata’ Martino, el entrenador
gaucho, aseguró que la estrategia de su selección será neutralizarlo “si
va por el centro o si va por la izquierda”. Lo tienen bien estudiado.
El momento ha llegado. Colombia asume una
nueva batalla, frente a la subcampeona mundial. Ninguna de las dos ha
mostrado su mejor nivel, pero pueden despertar; al fin y al cabo tienen a
James y a Messi.
Enviado especial de EL TIEMPO
Viña del Mar (Chile)
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