12/11/11

Suárez da la talla


Con izquierda, con derecha, de cabeza… Luis Suárez apeló a todos los recursos posibles para concretar una noche soñada frente a Chile, anotar cuatro tantos y acaparar las primeras planas de todos los medios de Sudamérica. El uruguayo, intratable, se convirtió en el primer futbolista charrúa en marcar tantos goles en un mismo partido de eliminatorias, lo que le valió llevarse el balón y una estruendosa ovación del público en el Centenario.

“Dan ganas de llorar, te revuelve el estómago de alegría vivir una ovación como la de hoy. Sobre todo para uno, que de niño siente tanto por Uruguay”, explicaba el goleador una vez consumada su hazaña. Pero no todo fue emoción a la hora de declarar. Frío y cerebral, como dentro del área, el oriundo de Salto afirmó que “fue el partido soñado, e intenté disfrutarlo hasta el último minuto que estuve en cancha. ¿Los goles? No importa cómo entran, lo importante es que el equipo gane de local y escale en la tabla”.

Las expectativas en torno al rendimiento de Suárez estaban en alto en Montevideo. ¿Los motivos? El jugador más valioso de la pasada Copa América, integrante de la lista de candidatos al Balón de Oro de la FIFA 2011, debía rendir un examen de carácter ante la ausencia del desgarrado Diego Forlán. Y vaya si cumplió: con su derecha filosa, ejecutó todos los balones parados y se transformó en la pesadilla más oscura de Claudio Bravo, a quien venció con zurda y de cabeza antes de que finalice el primer tiempo. Ya en la segunda parte, un nuevo cabezazo y un derechazo esquinados terminaron por darle forma a la hazaña que ningún compatriota había logrado en la historia de la eliminatoria sudamericana.

Números que asustan
A los 24 años, el jugador surgido en las inferiores de Nacional de Montevideo cuenta con una carrera que envidiaría cualquier veterano: acumula ya cinco años en el fútbol de Europa, donde ha vestido las camisetas del Groningen y el Ajax antes de unirse este año a las filas del Liverpool inglés. Con la Celeste, además, suma 26 tantos en 52 partidos (uno cada dos encuentros), una cifra que le permite alcanzar a Sebastián Abreu y mantenerse a seis de Diego Forlán, el máximo artillero en la historia del equipo.

“Ya había marcado cuatro goles una o dos veces con el Ajax, pero nunca en la selección. Es obviamente un gran orgullo”, agregó el flamante artillero de la eliminatoria, quien se encargó de destacar la buena labor de los suyos ante un Chile desprotegido: “Este era el partido que buscábamos, el triunfo que merecía nuestra gente ante un rival directo por la clasificación al Mundial”.

Feliz con el balón que se llevó como recuerdo, el flamante goleador de la actual eliminatoria en Sudamérica repitió que “Uruguay demostró para qué está” en el certamen, y sorprendió a varios con su dedicatoria final: “Esto es para mi señora, que cumplió años ayer, y para mi hija que no pudo venir”. Fue lo último que dijo antes de perderse en la noche montevideana. En breve, descansado, partirá rumbo a Europa donde le espera una nueva oportunidad de mostrarse: el amistoso frente a Italia. Los Azzurri, desde ahora, saben a lo que se enfrentan.

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