Martínez, el jugador de la 16a semana

Por su doblete y sus gambetas, Juan Manuel Martínez es el jugador de la 16a semana de la Copa Santander Libertadores.

JAVIER LANZA

En un fútbol como el actual en el que las precauciones son cada vez más grandes y los planteamientos audaces son 'rarezas', son los jugadores como él los que terminan marcando la diferencia. Sus gambetas y desbordes se transformaron en un jeroglífico para la defensa de Libertad, equipo al que le marcó dos tantos en la victoria de 3 a 0 de Vélez.

Pocos saben que este delantero nacido en Viedma, provincia de Río Negro, fue rechazado de River Plate cuando se fue a probar a los siete años. A los trece cruzó la vereda y quedó en Boca Juniors pero el ser hincha de River hizo que declinara de la posibilidad de jugar en el Xeneize. Por eso en su camino se cruzó Vélez Sarsfield. Ingresó a la Novena división del equipo de Liniers y sus quiebres de cintura hicieron que sus compañeros lo comparen con Ariel Ortega para adjudicarle el apodo de Burrito.

Con el equipo de la V azulada en el pecho debutó en el fútbol grande en 2003 y dos años más tarde conseguiría ser campeón por primera vez. "Fue mi primer gran alegría en el fútbol", le comenta a Conmebol.com el argentino de 25 años. Pero la poca continuidad hizo que este inquieto delantero llevara sus gambetas a Argentinos Juniors y luego al Cúcuta Deportivo de Colombia. Al fútbol cafetero ingresó por la puerta de atrás pero su enorme talento lo llevaron a hacer una inolvidable Copa Libertadores en 2007, donde fue eliminado por el a la postre campeón Boca Juniors: "Teníamos un gran equipo. Nos hacíamos muy fuertes de local y cuando salíamos de Colombia nos abroquelábamos bien para lastimar de contra. Creo que ese Boca nos ganó por su experiencia. Pero fue una gran experiencia", recuerda Martínez con un sabor agridulce. Después se fue a Arabia Saudita para jugar en el Al Shabab Riyadh, club en que también fue campeón, para volver a Vélez y explotar definitivamente como uno de los mejores jugadores de su país.

En la ida de cuartos de final tuvo un papel determinante. No sólo por sus constantes desbordes, sino que sacó a relucir su olfato goleador al convertir los dos últimos tantos en la victoria, casi decisiva, de 3-0 sobre Libertad. Sin embargo, el número siete velezano es cauto a la hora de hablar del futuro: "La verdad que el partido fue mucho más complicado que lo indica el marcador. Libertad demostró ser un gran equipo y nos complicó mucho con la velocidad de sus jugadores. Por suerte supimos golpear en los momentos justos y sacamos una diferencia importante, pero no decisiva". Y agrega: "Libertad viene de levantar un 1-3 ante Fluminense con una tranquilidad asombrosa. Tuve la suerte de trabajar con el Gregorio Pérez y se que sus equipos nunca se dan por vencidos, así que tendremos que ir a Paraguay a seguir atacando para tratar de convertir el gol de visitante que cierre la llave".

Como en la cancha, el atacante que este año debutó con la camiseta de la Selección Argentina (el 24 de febrero ante Portugal) elude con una facilidad tremenda la palabra candidato: "Acá no hay candidatos porque cualquiera le puede ganar a cualquiera. Porque la Copa Libertadores te lo demuestra partido a partido, fase a fase. ¡Mirá lo que pasó con los brasileños! Había cinco en octavos y sólo pasó el Santos". Y continúa: "Mis compañeros me cargaban porque cuando estábamos esperando el partido de vuelta con la Liga (NdeR: por los octavos de final) y les dije que Once Caldas eliminaba al Cruzeiro, porque sabía que los brasileños iban a estar agrandados por el 2-1 de la ida".

Para Martínez el presente nivel de Vélez tiene una piedra fundamental: "No veníamos bien en el torneo local hasta que le ganamos a Boca. A partir de ahí empezamos a tener confianza nuevamente en nosotros y comenzamos a subir el rendimiento". Cuando se le pregunta en lo personal el Burrito responde rápidamente diciendo: "Creo que he tenido buenos momentos en mi carrera, pero la madurez que tengo, ademas del gran equipo, hacen que éste sea mi mejor momento. Mi sueño es ganar todo lo que juego no solo la Libertadores. Quiero que todo salga bien porque mi principal anhelo es jugar la Copa América, creo que tengo posibilidades a pesar de los grandes jugadores que hay".

El fútbol argentino tiene un mito que reza que un equipo que juega la Copa Santander Libertadores no puede pelear en los dos frentes: Copa y campeonato local. Pero este Vélez parece capaz de hacerlo: "Por ahora vamos muy bien. Estamos en cuartos de final y estamos punteros del Clausura. Cuanto más avance más complicado va a ser, pero no por nuestro nivel sino por lo físico. Es que en América, a diferencia de Europa, se tienen menos espacios y eso hace que todo sea más complicado. Igualmente creo que vamos por el buen camino, estamos siendo sólidos, manteniendo nuestro arco en cero y eso es fundamental. Ojalá seamos el primer equipo en ganar las dos cosas".

Es el personaje futbolístico del día en Argentina, a pesar de que el Superclásico entre Boca y River esté a la vuelta de la esquina. Por eso la charla llega a su fin no sin que antes Juan Manuel Martínez aclare que "Vélez vive estos momentos de gloria porque es un club modelo, futbolística e institucionalmente hablando". No quedan dudas que lo sea, porque sino no sería animador principal de su campeonato local y este bien encaminado para sumar la segunda Libertadores de su centenaria historia.